I: RSE y negocios juntos de la mano

YYZ es una próspera empresa en la industria del entretenimiento que cautiva tanto a niños como adultos por igual. Esta empresa es real pero no revelaré su nombre aún.

La empresa YYZ posee un gran programa de Responsabilidad Social Empresaria (RSE), reconocido por la amplitud de temáticas que comprende y por el compromiso que demuestra.

¿Qué es la RSE?

La RSE refiere a la responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la sociedad y el medio ambiente, mediante un comportamiento ético y transparente que:

  • contribuya al desarrollo sostenible, incluyendo la salud y el bienestar de la sociedad;
  • tome en consideración las expectativas de sus partes interesadas;
  • cumpla con la legislación aplicable y sea coherente con la normativa internacional de comportamiento;
  • esté integrada en toda la organización y se lleve a la práctica en sus relaciones.

Fuente: ISO 26000:2010(es) – Guía de responsabilidad social (Link).

En el marco de su programa de RSE, la empresa reporta que ha socorrido a más de 40.000 animales enfermos, heridos y huérfanos con el objetivo de rehabilitarlos y devolverlos a la naturaleza. Para tal fin, ha puesto a disposición un equipo de guardia por 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año, colaborando con múltiples socios gubernamentales y de la sociedad civil. Sorprendente.

Por otro lado, muestran un claro compromiso con otros temas ambientales sumamente relevantes para la actualidad. Como se lee en su web:

  • Abastecimiento responsable de alimentos. Se comprometen a ofrecer alimentos y bebidas de origen sostenible y responsable en nuestros parques.
  • Reducción de residuos y emisiones. Han reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero en un nueve por ciento de 2014 a 2017 y han mejorado el reciclaje de residuos en más del 50% durante el mismo período. La empresa también ha puesto en marcha una serie de iniciativas de conservación del agua, como la recolección de agua de lluvia, la reutilización del agua para refrigerar los edificios y la adaptación de los paisajes para que requieran menos agua.
  • Energía renovable. La empresa sigue invirtiendo en más energía renovable, como demuestra en parte la puesta en marcha de una instalación solar en uno de sus sitios, que se espera genere aproximadamente entre el 80% y el 90% de la energía que consumen sus instalaciones.
  • Reducción de plásticos. En algunos de sus establecimientos se lograron eliminar los sorbetes de plástico de un solo uso y bolsas plásticas para la compra hace años y, en algunos casos, décadas.

Tanto trabajo en estos temas les ha valido además importantes reconocimientos en acreditaciones y certificaciones que los posicionan como líder en esta industria.

Desde lo económico, en 2022 la empresa ha realizado ventas por al menos 1.731 millones de dólares y los analistas dicen que los márgenes obtenidos son de los más elevados de la bolsa estadounidense. Evidentemente, su actividad principal le reporta grandes beneficios.

En resumen, esta empresa no solo genera ganancias significativas para sus accionistas, sino que también ejerce un impacto positivo en la sociedad, como evidencian mediante su destacado programa de RSE. Desarrollo sostenible y negocios se encuentran unidos en un modelo ejemplar.

II: Orcinus orca

Nada de esto llamaría la atención si no fuera por un detalle importante.

El principal negocio de esta empresa gira entorno a la exhibición de animales marinos en cautiverio con fines de entretenimiento; y las estrellas del elenco son las orcas. La empresa a la que me he estado refiriendo es SeaWorld; y así se ven sus espectáculos:

A lo largo de los años, SeaWorld ha sido objeto de controversias debido a las condiciones en las que mantiene a sus animales y al impacto generalizado del confinamiento y realización de shows en su bienestar físico y emocional.

Las orcas (Orcinus orca, también conocidas en la prensa como “ballenas asesinas”) son animales maravillosos y deslumbrantes por varios aspectos:

  • son cetáceos de gran tamaño que se encuentran distribuidos en todos los océanos del mundo
  • son capaces de sumergirse a grandes profundidades
  • pueden viajar una distancia máxima diaria de 252 km, aunque también son capaces de recorrer entre 160 y 225 km diarios de manera sostenida por 40 días
  • exhiben un comportamiento complejo, gran inteligencia y complejidad social
  • tienen uno de los cerebros más grandes y complejos del reino animal

Lamentablemente, son estas mismas características las que las torna atractivas para el entretenimiento. Actualmente, son la tercera especie de cetáceo más frecuentemente encontrada en cautividad, siendo mantenidas en acuarios y parques temáticos marinos alrededor del mundo. Le siguen en esta desafortunada lista el delfín común y las belugas. La mayoría de las orcas pasan muchos años, e incluso décadas, en cautiverio.

Según el sitio Inherently Wild, se estima que en la actualidad (Julio 2023) hay 54 orcas en cautiverio en todo el mundo viviendo dentro de tanques de hormigón como el que ves a continuación:

Esta orca se trata de Kiska, la última orca en cautiverio en Canadá, fallecida en Marzo 2023. Se espera que sea la última ya que Canadá prohibió en el 2019 el cautiverio y cría de ballenas y delfines. Fuente: NPR – The loneliest whale in the world dies at Canada amusement park.

El ranking con mayor cantidad lo lideran Estados Unidos y China, pero no son los únicos:

Además del sinsentido de hacer que estos animales sociales, inteligentes y viajeros hagan piruetas de circo en tanques pequeños y estériles, la evidencia científica demuestra que tanto las orcas capturadas en libertad como las nacidas en cautiverio no pueden prosperar en un ambiente artificial. En cautiverio, presentan una amplia gama de comportamientos anómalos y a menudo mueren a una edad temprana por infecciones y otros problemas de salud poco comunes en el medio salvaje.

Tal vez el comportamiento anómalo en cautiverio más conocido sea el de haber atacado y hasta incluso matado a seres humanos. Entre 1991 y 2010, la orca conocida como Tilikum perteneciente a SeaWorld, produjo el deceso de 3 personas, aunque hay más de una decena de casos donde las orcas atacan a sus entrenadores sin matarlos. Esto es interesante, porque no se han documentado casos de orcas salvajes que hayan matado a humanos en su entorno natural. La «ballena asesina» no es tan asesina al fin y al cabo.

Por lo expuesto, sostengo que mantener a estas majestuosas criaturas en cautiverio para propósitos de entretenimiento humano y beneficio comercial se contrapone, de manera directa y sin ambigüedades, a cualquier principio ético.

Cena con Orcas

¿Sabías que por 31 dólares es posible gozar de una cena gourmet de productos abastecidos localmente con un espectáculo de orcas como telón de fondo?

Fuente: Sitio web de SeaWorld (Link).

III: este post no es sobre orcas en cautiverio

No voy a negar que el temas de las orcas me interesa y me encantaría seguir explorando esa oescura veta. Pero no. Este post no es sobre orcas en cautiverio.

Destacar los atributos del programa de RSE de SeaWorld, seguido de la discusión sobre la naturaleza antiética de sacar provecho comercial de las orcas fue tan sólo un recorrido, de todos los posibles, que me permitió traerlos hasta este punto.

Lo que en realidad quiero es proponerles la siguiente generalización:

  • existen empresas cuya propuesta de valor es fundamentalmente incompatible con la responsabilidad social y/o ambiental,
  • por lo tanto, ningún programa de RSE puede compensar el daño social y/o ambiental que generan esos productos o servicios irresponsables.

Bauticemos a este tipo de organización con el siguiente nombre: empresas de impacto negativo inherente. Estas empresas pueden tener el mejor programa de RSE del mundo, pero no podrán jamás cambiar el hecho de que su esencia es negativa, ya que su éxito comercial se basa, reitero, en la comercialización de productos y/o servicios de por sí dañinos para la sociedad y/o el ambiente.

¿Se puede tener una excelentísima política de RSE y a la vez vender cigarrillos que producen cáncer de pulmón?

Técnicamente, sí. Sin embargo, es evidente la tensión que existe cuando se trata de empresas cuyos productos o servicios pueden causar daño. Una empresa tabacalera puede tener una política de RSE sólida que aborde aspectos como la ética laboral, las buenas prácticas comerciales y el impacto ambiental. Además, pueden garantizar que sus trabajadores sean tratados justamente, que sus prácticas comerciales sean éticas y que estén haciendo lo posible para minimizar su huella ambiental. Buenísimo todo esto.

Sin embargo, la venta de cigarrillos en sí misma sigue siendo perjudicial para la salud humana.

IV: Más allá de SeaWorld, lo que la RSE no podrá lograr

No hace falta caer en lo evidente y obvio, tal como la explotación de animales con fines de entretenimiento. Sabemos que existe un elevado número de empresas cuya existencia, ya sea por sus modos de producción o por el tipo de bienes y servicios que comercializan, implica un impacto negativo incondicional.

Mi planteo es que más allá de los casos evidentes tipo SeaWorld, nos encontramos con una gran cantidad de industrias y empresas cuya relación «existencia-impacto« es mucho más difícil de establecer, sin embargo, su core business es igualmente pernicioso para el ambiente y/o las personas. Pienso, por ejemplo, en estos casos:

  • Empresas que venden y distribuyen armas. ¿Disminuir la huella de carbono a la vez que se vende armamento bélico?
  • Empresas de comida rápida y bebidas azucaradas. Su consumo está asociado a problemas de salud como la obesidad y las enfermedades del corazón.
  • Empresas de producción y venta de tabaco. El consumo de tabaco está asociado a enfermedades del corazón y pulmonares, entre muchas otras.
  • Empresas de generación de energía en base al carbón. El carbón es el combustible fósil que más dióxido de carbono libera por unidad de energía y en consecuencia es un gran contribuidor al cambio climático.

Estos son algunos casos un más conocidos pero, estoy seguro, podrías pensar en otros. Lo que todos estos tienen en común es que, de manera directa o indirecta, se da la siguiente relación: cuanto más exitosas son estas empresas, mayor es el daño que causan a la sociedad y/o el ambiente. ¿Qué podemos decir acerca de estos rubros? ¿nos mejoran o nos empeoran? ¿son prescindibles? ¿cómo se vería el mundo si estas empresas de esas industrias dejaran de existir mañana?

Catalogar a las empresas por su tipo de impacto nos abre toda una seria de cuestiones que no abordaré aquí, pero que quiero igualmente dejar abiertas. Estas son, además, el punto de partida para proponer soluciones y responder a qué actor se le puede pedir tal o cual cosa. Veámoslas:

  • ¿Cuál es el rol de los gobiernos? ¿Se pueden prohibir estas empresas en base a argumentos éticos? ¿Con qué criterios decide lo que está bien y lo que está mal? Sabemos que los cigarrillos están fuertemente regulados pero no prohibidos, el carbón se está discontinuando en muchos países por cuestiones ambientales, y los alimentos nocivos en términos de salud tienen, según el país, polígonos negros que indican sus excesos. Por citar un ejemplo, Canadá ha prohibido en 2019 la captividad de delfines, ballenas y otros cetáceos.
  • ¿Cuál es el rol de los inversores? Cuando se trata de ofrecer servicios, realizar inversiones o establecer alianzas con este tipo de empresas, ¿es ético? Permítanme compartirles el siguiente dato: Coca Cola es el proveedor oficial de bebidas de SeaWorld. ¿Debería Coca-Cola revisar sus políticas e implementar una estrategia que evite hacer negocios con empresas cuyas actividades tienen un impacto negativo inherente? ¿Puede Coca-Cola ser una motor de cambio?
  • ¿Cuál es el rol del consumidor? Si por ejemplo quieres comer saludablemente encontrarás que la mayoría de los productos de un supermercado común son poco saludables o incluso perjudiciales para la salud, hecho que se evidencia fácilmente con las etiquetas de «exceso de» visibles en el embalaje. Puedes dejar de comprarlos, ¿pero qué opciones tienes disponibles? ¿qué tan accesibles son? ¿qué sucede con aquellos productos o servicios que, encima, son esencialmente adictivos?

En este sentido, la RSE se presenta en la actualidad como una herramienta que permite a las empresas conectar con sus comunidades y públicos de interés, pero que no puede cambiar la naturaleza fundamental de sus productos o servicios.

V: Conclusión

¿Hasta dónde puede llegar una empresa en sus esfuerzos por ser «responsable» si su producto o servicio principal es dañino para la sociedad y/o el medio ambiente? Las empresas a menudo utilizan programas de RSE para mejorar su imagen pública, pero como vimos, este enfoque no puede compensar las consecuencias negativas inherentes a sus productos o servicios principales.

La idea de este post era dejar en claro lo siguiente: no importa lo que muestres, no importa la narrativa bonita, tampoco las acciones con la comunidad, tu compromiso con la sostenibilidad se evidencia de una sola manera: demuéstrame cómo haces del Planeta Tierra un lugar mejor para las 8,7 millones de especies con quienes compartimos esta Casa Común. Esto abarca desde las ballenas hasta las abejas, e incluso incluye a nosotros, los seres humanos. O al menos, cómo estás evitando empeorar la situación. Si no existe alternativa mejor a tu producto o servicio, ¿cuál es el máximo esfuerzo que estas logrando para mejorar?.

En este espectro que va desde lo positivo hasta lo inherentemente negativo, vimos que hay una serie de industrias y empresas cuya incompatibilidad es total, por lo que acuden a la RSE con el propósito maquillar esa realidad inconveniente. En medio del espectro, tenemos un gran grupo cuya situación es ambigua y se requiere análisis individual detallado. Su impacto, negativo o positivo, es condicional al modo en que encaren sus operaciones y propuesta de valor

No estoy en contra de la RSE. Para nada. Sólo digo que la verdadera responsabilidad social y ambiental requiere una coherencia total entre las operaciones, los productos y los servicios de una empresa. Muy menudo nos encontramos con organizaciones cuyo departamento de RSE opera aislado del «core business». Existe porque tiene que existir, pero en efecto carece de capacidad real para influir en el núcleo corporativo.

Dentro de este contexto, más allá de esforzarnos por optimizar lo que ya existe, es esencial garantizar que las futuras cientos de miles de empresas que surjan integren la sostenibilidad desde su génesis. De esta manera, la verdadera responsabilidad quedará en evidencia por la siguiente lógica causal: cuanto más éxito tengan, mayor será el impacto positivo que generen.

Para una empresa verdaderamente responsable, un programa de RSE es opcional.

Referencias